Entre montañas

Lo pensé, lo pensé otra vez y lo volví a pensar y no!, no queria levantarme del piso (porque es que sinceramente el sleeping no hacia nada!). Los muchachos provocaron temblores para alejar a Morpheo (que por cierto no cumplió su función porque casi no dormí!), insultos y mas temblores provocados, y no tuve mas opción que rendirme.


Mucha brisa con tierra, un buche de Scope y unos gramos de harina mas tarde, comenzamos a caminar.
Hicimos un trato con los lugareños para dejar las mochilas con dos mulos.
Esposa, que iba con una rodilla averiada, iría de jinete y el segundo mulo se iría turnando a los que murieran en el camino.
Me fui con el primer grupo para ganar tiempo (en el cual estaba el Cardenal) y dejamos un grupito recogiendo.


Después de unos 20 minutos caminando y devolviéndonos hasta dar con el camino, empiezan las subidas infernales al cielo...

Muchas maldiciones, barras de granola y regalos de mulos (dígase: mierda!). Llegamos a un sendero llano adornado con un precipicio a cada lado, el cual sugería la prudencia de una sola persona a la vez. Por supuesto, el paisaje era impresionante, pero en el momento más adecuado la brisa dijo "llegué yo".
Violet pasó corriendo corriendo "como poseida" junto a Ocho y este Buche en cuanto la brisa se tomó un descanso y nosotros seguimos su ejemplo hasta llagar a territorio más seguro.
Respiramos, reímos y seguimos caminando.


Comenzamos a bajar entre peñones, lodo y caminos angostos e incomodos hasta divisar la primera parada del camino: Una casita típica del monte, donde beberíamos jugo de sobre y esperaríamos al segundo grupo.

Nos abastecimos de agua y el grupo llego 2 minutos después. Escucho desde lejos que los guías anuncian la dificultad del camino y respiro profundo.


-More, este pedazo que viene es fuerte, yo creo que tu deberías lograrlo en mulo.
-ehh... bueeh... la verdad que el "mulito" ese no me emociona mucho... peero na'...


Sin aviso previo ni palabra alguna el Cardenal me levanta cual niñito moviendo una pluma y me coloca sobre la bestia aquella, la cual no hace bien sentirme y comienza a caminar.


-ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
-Agárrate fuerteeee Moreeee!!! nos vemos arriba!!!
-Y no me imiteeeeess!!!! - dice la Hiperactiva.
-aahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!! ay ay ay ayyyy!!!


El Animai empieza a bajar entre peñones deformes y caminos hiper estrechos. Casi me deprimo al darme cuenta que lo que le tomó a él unos 20 minutos yo lo hubiera logrado en mas o menos una hora pero al darme cuenta de que a pesar del vertigo y el mal olor yo no iba caminando, lo superé.


Esposa iba delante de mi con un caballo en proceso de desahogo (intestinal) y me acompañó en la suerte de "comer" varias hojas y ramas que se nos cruzaron en frente.


El sendero marcado subía y bajaba irregularmente y sin piedad alguna y los olores ya estaban trastornándome.

Los guías que nos acompañaban, "Don Don" y "Muchachón" iban curándose con estas pobres capitaleñas mientras sufríamos.


Al final traté de hacerme amiga del mulo, Mulo (su nombre), pues no me quedaba de otra, pero el animai estaba muy concentrado en comer y defecar... que vida!...


Llegamos a la cima de una loma y frente a la casita de una muy humilde familia esperamos a los demás.


UN-SOLO-FRÍO! y de repente comienza a lloviznar...
*no no no... pero que momento*
La mujer dueña de la casa nos ofreció entrar para refugiarnos del clima y nos pusimos a conversar.


La casa era del tamaño de un baño grande. Estaba dividida en dos cuartos: uno que hacia de sala-comedor-cocina y otro que era la habitación, desde la cual, por uno de los baches de los tablones de la pared alcance a ver a unos 5 pares de ojos espiando la conversación.
Me resultaba algo difícil comprender su acento, pero Esposa no parecía tener problemas y su desenvolvimiento nos arropo a las dos. Yo me limité a sonreír y a responder lo que entendía.


Al rato llegamos a ver a Israel que llegaba a la cabeza del grupo.


-Noooo lo puedo creeeeeeeer!!!!!! como asiiiiii??????
-NO me digas nada! &/$"#.... piiiiiiiiiiiiiiiiiii... %#)#"....piiiii.... $"#@$%*.. piiiiii
*silencio*
-...ok...


Detrás de ella venia la mitad del grupo, que no lo pensó dos veces para tirarse sobre la hierba y respirar.


Esposa y yo aprovechamos para visitar una letrina y la otra mitad del grupo llegó unos minutos después.

Nos avisaron que debíamos subir una montaña (que lucia bastante intimidante, debo decir) y la próxima (si! porque habia otra!) la bordearíamos, por lo que a partir de ahí era todo llano y dejaríamos de subir. Por supuesto, nadie sabía lo que nos esperaba exactamente.


Después de más granola y agua, subí a mi mulito. A seguir caminando.