Estadia Cañaveral

Un almacen de madera y apariencia externa muy... roja nos acogió esa noche.

Caímos automáticamente al piso de tablones irregulares y nos quedamos tendidos allí admirando nuestros rostros fatigados.

De repente, siento que algo mueve mi brazo (el cual ya no controlaba, al igual que mi cuerpo).

-¿Quieres?- Me pregunta Chuplú extendiendo una lata de salchichitas. Tomo una sin pensarlo y trago ... que lindo cantan los angeles!.

Después de un rato analizando la inmortalidad del cangrejo y el trabajo que habían hecho los bichos que nos acompañaban con el lugar, siento mi brazo moverse nuevamente.

-Vamos, parate.

-Mmmm...

-Ven que se hara mas tarde y ya no podremos ir.

-Mmmm...

*Me levanta*

-Mmmm...

-Israel, ¿Te quedaste entonces?

-Mmmm...

Nuestro destino, El Rio, estaba a unos 5 minutos de nuestro rojo y frio hospedaje, los cuales, por supuesto, parecieron 1 hora. La imagen de una cascada cayendo a un gran pozo nos deleito de tal forma que no pudimos conformarnos con el rio llano y estrecho y algunos peñones. No. Fuimos tras la cascada.

El "camino" hasta el agua salía del sendero y bajaba con rabia hasta otra pared de piedra que habia que bajar también. Después de unos segundos meditando y planeando como llegar hasta el agua en una sola pieza, me llego a mi precioso caquito la pregunta del millon: "¿Como rayos vamos a subir despues?"

-No le pare, llegamos. Ademas, ya estamos aqui- Decía el cansancio porque ese no era Chuplú.

-Bueh, ook... - Respondió mi cansancio pues esa tampoco era yo.

"Agarrate de ahi, de esa ramita, ahi, ahi!"

"ay ay ay ay ay... ! "

Despues de unos sustos y MAS tierra, llegamos al agua.

Otra meditacion profunda para saltar desde otra pared de piedra y...

... "La mieeee$%"&..... QUE FRIO!!!"

Tras una charla divertida, mucha sicología despues del salto, la transformación blanco/morado de mi piel, ver mi jabón secuestrado por la corriente y sentirme impotente, comienza a cear agua del cielo...

mierrr... ahora si...

Más "ay ay ay" al cuadrado, tierra, sustos, y llovizna, logramos volver al almacen rojo en casi una pieza.

Con ropa limpia y siendo casi gente otra vez, el grupo procede a tratar la solución del otro detalle: COMIDA.

Juntamos algunas latas de tuna y los lugareños nos ofrecieron lo otro.

Casi me duermo en el proceso, pero cuando dijeron "locrio de tuna" (realmente me hubiera dado igual que hubiesen dicho "granola" otra vez), abrí los ojos. Increiblemente comí sin pensarlo y no tarde 2 horas (era casi imposible hacerlo).

Luego de un desahogo de vejiga colectivo entre maticas, deje al grupo tomando un líquido de composición alcohólica y sospechosa y cai dormida casi sin saberlo.

Mañana sería difícil.