viernes, diciembre 11, 2009

Que nochecita...




Nuestros cuerpos cayeron sobre el asfalto. Al menos yo, no llegué mas lejos de unos metros del portón de la entrada. No sentía el trasero (o lo sentia demasiado) y fui mas gorda que nunca por todo el peso que cargaba. Me deshice del equipaje de forma lenta y tortuosa y respiré con el mayor alivio que había sentido en mi vida, ya no caminaría mas.

Después de unos minutos (laaargos minutos) meditando y analizando el piso, una por una, segun iban recuperando la conciencia, las muchachas se trasladaron hacia la puerta del edificio, estaba oscureciendo y debíamos estar todos juntos.
El cardenal y Pana estaban ilesos, tranquilos, con pulso regular y muy mojamos conversando con el encargado de la hidroeléctrica que se digno a salir a recibirnos y el hombre que ayudó a los "turistas". Les explicaban la situación y ellos escuchaban atentos, haciendo gestos y ademanes.

El hombre nos dejó pasar al baño y llamar a nuestras familias arriesgándose a tener problemas con su superior y yo casi lo beso por eso.

La puerta de cristal daba paso a un gran salón vacío pintado de blanco con columnas del mismo color y una pared de fondo cubierta de ventanas que asomaban al río. Solo el eco nos acompañaba.

Nos turnamos para entrar y cambiarnos la ropa empapada. Por supuesto, los hombres ya se habían cambiado de camino a la entrada del edificio. Todos estaban increíblemente exhaustos pero nadie dejó de pensar en el detalle que faltaba. Medio grupo... casi nada.

Cuando llega mi turno de apoderarme del agua limpia y un espejo, husmeo entre las fundas en mi mochila y lo único que encuentro seco es mi traje de baño, un tshirt blanco y mis baggys.

*Amen*

Me tome mi tiempo (claro que no tenia demasiado) y me ame todo lo que pude, ya que tenia tres dias en "decri" y sin un espejo cerca.

Al salir, veo a Hiperactiva totalmente pasiva, prendiendo y apagando un foco desde la ventana hacia las montañas.

-Aun no llegan?

Movió la cabeza de un lado a otro en respuesta.

*rayos*

- Miren, pude conseguir el último camión pero si esperamos mas no podremos llegar a la capital hoy!
-Eh... Cardenal, y si ellos no llegan antes de que llegue el transporte?

*silencio*

-bueeh...

A los pocos minutos una "cama larga" Daihatsu, roja entra a la hidroeléctrica a toda velocidad y se estaciona justo frente a nosotros.

*mas silencio*

-Y entonces, que hacemos?

El Cardenal recibió una hilera de miradas furtivas y feroces de todos los presentes y de inmediato se volvió hacia los muchachos que conducían el rojo transporte.

-Miren misihijos, sucede que tenemos un inconveniente, a nosotros nos falta un grupo que se quedo atrás y se supone que deban cruzar el río detrás de nosotros.

Ellos fruncieron la boca ante la situación y nosotros bajamos la cabeza en señal de sufrimiento.

-Vamos a darles unos minutos a ver si llegan porque tenemos que volver todos hoy.

El aire comenzaba a ponerse mas tenso y Cardenal propuso algo inteligente:

-Yo voy a bajar con Pana y los muchachos de la camioneta hasta la orilla del rio para hacer señales, porque quizas estan perdidos.
-ok

Las estrellas estaban afuera y las montañas no se veían, el frio hacia acto de presencia y la ansiedad comenzaba a escurrirse entre las miradas, los gestos, los pensamientos. Caminabamos de aquí para allá, de allá para acá, todos inquietos y nada.

Tratamos con los celulares de todos con la esperanza de que en algún mili-segundo hubieran adquirido señal, y nada.

El cardenal subió del río, nada.

Hiperactiva se había rendido después de una hora mas haciendo señales con el foco y fue hasta la entrada, se sentó en un muro y la desesperación se apoderó de ella.

Algunas fueron a calmarla pero estábamos todos en las mismas.

Cardenal se acercó al grupo con cara de nostalgia, no había señales de vida a la orilla del rio.

-Señores, tenemos rato alla'bajo y los muchachos no aparecen. Yo confío en el buen juicio de K, así que no creo que hayan cruzado el río. O están perdidos o se quedaron en la otra orilla porque cruzar ahora de noche es un peligro, ellos lo saben.
-Yo no creo que hayan cruzado porque ya nos habriamos dado cuenta.
-Claaro. claro que si... pero la pregunta es que hacemos porque estos muchachos tienen rato esperándonos y se esta haciendo tarde.

Esta ola de miradas fue estrictamente MORTAL.

-Cardenal mire, yo lo siento pero yo no vuelvo a Santo Domingo sin mi esposo.
-Si mija, pero es que tu tienes que pensar, ¿qué se va a hacer si nos quedamos? yo tengo que llegar a la capital hoy porque tengo asuntos pendientes del trabajo y ellos saben como volver.
-No hay excusa Cardenal, si yo tengo que acampar aqui yo lo hago pero yo no vuelvo a la capital sin mi esposo!
-Pero mija...
-Cardenal es que no, osea yo no voy a dejar a mi hermano aqui solo, pero seremos locos?!

El debate continuaba y yo luchaba por conseguir fuerzas de donde no tenia para mantener la calma.

El Cardenal se rindió y volvió a la entrada a revisar por ultima vez.

Esa fue la gota que derramo el vaso. Esposa colapsaba.

-Vieja, no llores que estoy tratando de ser fuerte!
*snif**snif*
-Ay Dios mio... es que yo conozco a Esposo, tu sabes como son los hombres. Yo tengo miedo de que hayan tratado de cruzar el rio atento a que son hombres y que es tarde y eso...
-No mana, no te pongas asi, calmate, K y Flaco son scouts! osea! de algo debe servirles, yo no creo que hayan cruzado. Debe quedarles algo de juicio!
-Si pero y si cruzaron detras de nosotros y les paso algo?! o no los vimos?! Debimos esperarlos para cruzar!
-Estamos de acuerdo pero ahora lo que hay que hacer es calmarse...
*snif**snif

Casi-extranjera tomo la tarea de calmar a Esposa y un grupo nos movimos por todo el terreno asfaltado formando círculos individuales, cada una con un celular en la mano intentando comunicarnos. NADA.

Cardenal llegó y la tensión aumentaba, ya habían pasado kizas 2 horas desde que el transporte habia llegado y no aparecian.

-Señores, yo creo que es claro que no van a cruzar hoy, ellos deben estar en la orilla del rio.

Los choferes de la Daihatsu trataron de calmar las aguas y su ansiedad por salir de ahi

-De donde utede vienen?
-Cañaveral
-Bueno, e posible que ello hayan tomao otro camino y salieron pa otro pueblo que ta por allarriba, como e que se llama ese?
-Ehh... Mateo
-Ese mimo, podemo pasai a ve si tan por ahi.

Nos miramos unos a otros. Subimos las mochilas empapadas a la cama, "acomodamos" nuestros traseros y tras dejar todos los datos, teléfonos, indicaciones y descripciones a los empleados de la hidroeléctrica, partimos.

Ibamos en silencio. El camino era empinado, brusco, rocoso y peligroso. El viento frío golpeaba tan fuerte en la cara que por momentos se nos olvidaba lo mucho que dolían las espaldas.

El pueblo no tenia mas de 15 casitas, estaba entre árboles y bichos y celebraran sabraDiosquecosa. Preguntamos por campistas húmedosy cansados rápidamente ya que la gente nos miraba con cara de quien admira "fresh meat". NADA.

-Hay otro pueblo aqui cerca también. Si utede quieren pasamo por alla a ve.
-Vamono!

Los cacaos era un pueblito de fantasía con casitas coquetas que parecían recién pintadas y calles cementadas rojo mate. Me pareció muy curioso pero a las "tantas" de la noche y con una mitad sabraDiosdonde, no me tome el tiempo de apreciarlo con claridad.

El vehículo se detuvo en una intersección de tres calles, frente a unos tipos con un motor que miraban curiosos. Les preguntamos sobre los "turistas"... y nuevamente nada.

-Tengo señal!!!
-En serio! deja ve! - Dijo Esposa mientras se lanzaba sobre su mochila en busca de su celular.
-Ay si!

Sacamos los celulares y revisamos mensajes o llamadas perdidas. Que creen? si, nada.

-Misijas y entonces, ellos no aparecen.
-Bueno, yo no vuelvo a la capital sin mi esposo, ya le dije.
-Yo no vuelvo sin mi hermano.
-Y yo tampoco!
-Bueno pero pasa que yo tengo que volver a la capital hoy.
-bueeeno.

Todos nos miramos las caras y Cardenal se fue a dialogar con los conductores.

-Bueno... yo tengo una tia que vivie aqui. Yo tengo años sin hablar con ella pero no creo que me diga que no, si le explico la situación.
-Bueno, ve llamandola porque seria eso o aquel pedacito de calle.

Esposa saca el celular y comienza a hacer llamadas.

-More, mira aparentemente Cardenal vuelve a la capital hoy, si tu quieres ve con el para que no tengas problemas y eso... yo me tengo que quedar pero...
-More! comuasi! no no no no! dejate deso! yo no me voy de aqui! no me insultes!
-Pero osea, yo lo digo por tu casa y eso...
-No no no no!!, no te preocupes, yo resulevo eso. Quien me regala un minuto?

Cardenal se acercó, después de una larga conversación con los muchachos, increíblemente con buenas noticias.
-Miren, el dueño del transporte tiene una casa disponible aqui y la esta ofreciendo para que pasemos la noche, yo me voy a quedar con ustedes pero saldría en la mañana temprano con un bus que recoge unos empleados de aqui.
-En serio!? si si si! perfecto!

Con el cuerpo ya frío, bajo de la cama de la camioneta a paso de tortuga por el dolor. La mochila pesa 3 veces mas que la última vez. Escucho de fondo la voz de Esposa en el celular haciendo eco.
-Ah Tia, gracias pero aqui nos van a alojar a todos y tenemos mas espacio...
-Bla bla bla bla bla?
-Si, el dueño del transporte que...
-bla bla bla?!
-Si si...

La casa era blanca, la puerta de madera de la entrada daba paso a un salón vacío, inmenso para nuestras expectativas. Depositamos las mochilas y comenzamos a hacer círculos con nuestros pasos otra vez. Al salir al pequeño balcón en la entrada encontré a Cardenal y a "Ángel" con unas botellas de "Malta Morena" para "darnos energía". Lo agradecimos de corazón ya que todos llevábamos el estomago vacío de todo el día.

Mientras prendiamos una velita que nos dio Ángel y buscábamos los sleeping bags que estaban secos para repartirnos, llegaron algunos vecinos con COLCHONES y SÁBANAS a la casa y los acomodaron en el medio del salón. Tratamos de controlar las lagrimas al ver COLCHONES! para dormir pero nuevamente Hiperactiva no se contuvo.

-Ay Don... ay usted no sabe lo que usted trajo aquí!

Nos acomodamos sin mucha complicación, coordinamos los últimos detalles para el día siguiente, llamamos a TODAS las madres del grupo que faltaba para advertir la situación y tranquilizarlas, y "dormimos".

Nuestra respiración y movimientos se escucharon en la oscuridad por las próximos dos horas mientras mis ojos analizaban la oscuridad del techo, hasta que el cansancio por fin me venció y me "dormí"... o algo así.




2 comentarios:

Emanuel M. dijo...

Y mientras tanto en el salon de la justicia, grupo de damnificados rompen record de jesus y reparte una lata de salchichas mas que el pan que dio jesus! XD
Todos haciendo el baile del beeper por el frio y el real solvaivol solo al otro lado del rio! XD

Apero.

Isabel dijo...

jajajajjajajajjajaja
esaaaaaaaaaaaartamente :P

xD thanks